El proceso de peletizado de bolsas de plástico implica la recolección y lavado de bolsas usadas, seguido de la trituración en escamas. Estas escamas se funden y forman pellets mediante extrusión con calor y presión. Los pellets resultantes, después de enfriarse, se utilizan como materia prima para fabricar nuevos productos plásticos, fomentando así la sostenibilidad al reciclar y reutilizar el plástico, reduciendo la dependencia de materias primas vírgenes y minimizando el impacto ambiental. 

La extrusión de bolsas de plástico implica alimentar polímeros termoplásticos a una máquina extrusora, donde se funden a altas temperaturas y presiones. El material fundido se extruye a través de una boquilla, formando un tubo continuo que se enfría, aplana y corta para crear láminas. 

El sellado de bolsas de plástico de polietileno es una fase esencial en su producción. Se realiza después de la extrusión, empleando calor controlado o vibraciones ultrasónicas para fundir y unir las capas plásticas, cerrando herméticamente los extremos de las bolsas. Este proceso garantiza un sellado eficaz que mantiene la integridad del contenido y cumple con los estándares de calidad.